Siempre tengo que aguantar las estupideces del niño. Toda la casa
llena de trastos, de juguetes, de imbecilidades. ¿Qué es esto? ¿Más
cartas de caballeros medievales y bichos estrafalarios? ¿Es que no
puedes tener aficiones normales? ¿No te puede gustar el fútbol, como a
todo el mundo? ¡Trae ahora mismo esa baraja! Mira, ya está, se acabaron
las cartitas. Parece que tu dragón no puede defenderse. Ahora está hecho
cachitos. ¿Ves como no era tan bravo? Pero no llores. Ni se te ocurra.
¿Cuántas veces te he dicho que no llores? Eres como tu madre. No sabéis
afrontar la realidad. Siempre en vuestros mundos de ensueño y, en cuanto
os tuercen un poco el gesto, a gemir y balbucear. ¿Tú crees que a mi
jefe le puedo lloriquear? ¿Que le puedo ir con unicornios y supermanes
cuando la cago en el trabajo? Quiero que lo recojas todo ahora mismo.
Sí, los trocitos de carta también. Cuando venga tu madre a buscarte, ya
puedes tener todo preparado. Y la cara bien seca. Que no vea yo ni la
sombra de una lágrima.
Venga, acércate, que te limpio. Ya está, ya está. No te apartes, que
no te voy a hacer nada. ¿Ves? Sonríeme. Así. Esta es la cara que quiero
que pongas cuando venga mamá. ¿De acuerdo? Es que me sacas de quicio a
veces, pero ya sabes que te quiero. Ya te compraré otro sobre de esos de
cartas, no te preocupes. Vas despeinado. Arréglate un poco. Y métete la
camisa por dentro. Algún día te llevo a mi trabajo y te enseño los
robots. ¿Sabes que trabajo con robots? No de esos que salen en tus
tebeos. Robots de verdad. De los que hacen coches.
Mensaje. A ver… Ya está saliendo tu madre de casa. Ya sabes. Esto lo
quiero bien recogido. Y dile lo bien que nos lo hemos pasado juntos. Lo
de la pizza, no. Eso será nuestro secreto. ¡Que buena la que me liaste
la última vez! ¿Los deberes los habrás hecho, no? ¿Cómo que ayudarte?
¡Son tus deberes! ¿Tú te crees que a mi me ayudaban? De verdad, yo creo
que eres tonto. ¿Ahora qué hacemos, inútil? ¿Sabes lo que me va a decir
tu madre, no? Es que encima, al final, ya verás como la culpa es mía.
Tira para tu cuarto y ponte a hacerlos hasta que venga. ¡Y no te quejes!
Haberlos hecho antes si no querías una torta. ¡Que no llores! ¡Que no
vea tu madre una sola lágrima cuando venga! Veinte minutos tienes para
acabarlos. Y hazlos bien. Estudia. No acabes siendo un mierda.
Como yo.
Feba muitismo tiempo que no escribiba en castellano. Bell articlo que me demandoron y bell microrelato pa concursos, a on que no tenié guaire exito. En zagueras he escrito a-saber-lo y contra mas escribo mas paro cuenta de tot lo que me queda por aprender, asinas que miro muito por internet exercicios d'escritura, consellos, blogs de creación literaria y cosas asinas. En ixas, me trobé con iste Literautas, a on que publiqué iste primer relato en castellano y d'a on que he iu quitando mas d'una buena ideya. Aspero que tamién tos faigan goyo istas historietas.
(Relato publicau orichinalment en la web Literautas en chinero de 2019: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-57/)
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