jueves, 2 de septiembre de 2010

En leyendo... Identidades asesinas

Un d'os millors libros que he leyiu dende fa tiempos. Y ixo que en zagueras en he leyiu de bien buenos... Identidades asesinas, de Amin Maalouf, charra sobre o concepto de identidat individual y colectiva, as bondatz y as piors partis d'ixas identidatz y sobre como tractar con ellas. Más que más, charra d'o "fenomeno migratorio", pero cuento que se puede aplicar a todas as identidatz de tot lo mundo. Muitas y muito buenas reflexions. Encara que a qüestion d'a luenga ye present en tot lo libro, en os zaguers capitols en charra más a fundo. He esleixiu iste troz, que tamién charrar d'o potencial d'internet.


Amprau de Identidades asesinas. Amin Maalouf. Edición en castellano de Alianza editorial, mayo de 2004. Pachinas 152 a 154.


Estoy convencido de que la mundialización es una amenaza para la diversidad cultural, en especial para la diversidad de lenguas y formas de vida; e incluso de que esa amenaza es infinitamente mayor que en el pasado, como tendré ocasión de reiterar en las páginas que siguen; pero el mundo actual les da también, a quienes quieren preservar las culturas amenazadas, los medios para defenderse. En vez de proseguir su declive y desaparecer en la indiferencia como viene sucediendo desde hace siglos, esas culturas tienen hoy la posibilidad de luchar por su supervivencia; y ¿no sería absurdo no aprovechar esa posibilidad?

Los radicales cambios tecnológicos y sociales que se está produciendo a nuestro alrededor constituyen un fenómeno histórico de gran complejidad y amplitud, un fenómeno del que todo el mundo puede sacar provecho y que nadie es capaz de controlar -¡ni siquiera Estados Unidos! La mundialización no es el instrumento de un "orden nuevo" que "algunos" tratarían de imponer al mundo; prefiero compararlo con un enorme campo de torneos, abierto por todos los lados, en el que se están celebrando simultáneamente gran número de justas, de combates, y en el que todos podemos entrar con nuestra propia cantinela, con nuestra propia armadura, en una irreductible cacofonía.

Internet por ejemplo, visto desde fuera y con un a priori de desconfianza, es un ectoplásmico monstruo planetario por medio del cuál los poderosos de este mundo extienden sus tentáculos sobre toda la Tierra; visto desde dentro, es una formidable herramienta de libertad, un espacio razonablemente igualitario del que todos podemos servirnos a nuestro antojo y en el que cuatro astutos estudiantes pueden ejercer tanta influencia como un jefe de Estado o una compañía petrolífera. Y aunque en él predomina de manera aplastante el inglés, la diversidad lingüística va ganando terreno día a día, favorecida por algunos avances de la traducción automática -avances aún tímidos, aún pobres, y que producen a veces un efecto hilarante, pero no por ello menos prometedores para el futuro.

Más en general, los nuevos medios de comunicación ofrecen a muchísimos de nuestros contemporáneos, a personas que viven en todos los países y representan a todas las tradiciones culturales, la posibilidad de contribuir a la elaboración de lo que el día de mañana será nuestro futuro común.

Si queremos evitar la muerte de nuestra lengua, si queremos que se conozca en el mundo, que la cultura en que nos hemos criado sea respetada y querida, si deseamos que la comunidad a la que pertenecemos conozca la libertad, la democracia, la dignidad y el bienestar, la batala no está perdida de antemano. Ejemplos de todos los continentes demuestran que los que luchan con habilidad contra la tiranía, contra el oscurantismo, contra la segregación, contra el desprecio, contra el olvido, consiguen muchas veces salirse con la suya. Y también los que luchan contra el hambre, la ignorancia o las epidemias. Vivimos en una época asombrosa en la que todo el que tiene una idea, sea genial, perversa o innecesaria, puede hacerla llegar, en el mismo día, a decenas de millones de personas.

Si creemos en algo, si tenemos en nuestro interior suficiente energía, suficiente pasión y ganas de vivir, podemos encontrar en los recursos que nos ofrece el mundo actual los medios necesarios para hacer realidad algunos de nuestros sueños.

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